El plan de formación, en este Instituto, abarca las siguientes etapas:
POSTULANTADO
El Postulantado es la etapa introductoria o de preparación a la vida religiosa en la Hermandad Discípulos de Jesús.
NOVICIADO
El noviciado, con el que comienza la vida en la Hermandad Discípulos de Jesús, tiene como finalidad que los novicios conozcan más plenamente la vocación divina, particularmente la que nos es propia como Hermandad, que prueben nuestro modo de vida, que conformen su mente y su corazón con el espíritu que nos es propio y puedan ser comprobadas su intención e idoneidad.
JUNIORADO
Por la profesión religiosa, los hermanos abrazan con voto público, para vivirlos, los tres consejos evangélicos. Se consagran a Dios por el ministerio de la Iglesia y se incorporan a la Hermandad con los derechos y deberes determinados por el derecho común y por el derecho propio.
Los hermanos que han concluido el noviciado y han hecho su primera Alianza temporal continuarán su formación a un nivel de mayor amplitud y profundidad, de manera que sigan afianzándose y madurando en todas las áreas para que vivan con mayor plenitud vida propia de nuestro Instituto y cumplan mejor su misión.
La Profesión Temporal implica ya una pertenencia total al Instituto.
ALIANZA PERPETUA
La Alianza perpetua se realiza después de que el hermano haya pasado como mínimo cuatro años de Alianza temporal, que tenga al menos 21 años de edad ya cumplidos, que posea suficiente madurez humana, espiritual, psicológica y afectiva, que libremente desee ser consagrado a Dios en esta Hermandad mediante los votos públicos de pobreza, castidad y obediencia, y sea admitido por el Superior General con el consentimiento de su Consejo, haciendo ante el Superior la profesión perpetua, la cual es una alianza de amor con Dios y con los condiscípulos para siempre.
Los hermanos que tengan el llamado a la consagración clerical y sean aprobados por el Superior General, con el consentimiento de su Consejo, deben formarse mediante los cursos necesarios y el oportuno aprendizaje, ya espiritual, ya pastoral, de acuerdo con lo prescrito por el derecho común.
"En la celebtación del Capítulo General de..."